Aligere Su Equipaje
5 Razones para Comprar de Nosotros:
Los viajeros cansados. Tú los has visto... y todo lo que tienen metido en su equipaje. Tambaleantes por las terminales y los vestíbulos de los hoteles con baúles, maletas, mochilas y bolsos de lona repletos. Las espaldas duelen. Los pies arden. Los párpados se cierran. Todos hemos visto personas como esas. A veces, somos personas como esas, si no es con nuestro equipaje físico, al menos con nuestra carga espiritual. Todos arrastramos cargas que nunca debimos llevar: Temor, preocupación, descontento, culpa, soledad, etc. No es de extrañar que estemos tan cansados. Estamos agotados por llevar ese exceso de equipaje. Entonces, ¿hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué te parece si consultamos a un viejo amigo? ¡Despojémonos de las cargas que nunca debimos llevar y hagamos nuestra la promesa del Salmo 23! About the Author Los viajeros cansados. Tú los has visto... y todo lo que tienen metido en su equipaje. Tambaleantes por las terminales y los vestíbulos de los hoteles con baúles, maletas, mochilas y bolsos de lona repletos. Las espaldas duelen. Los pies arden. Los párpados se cierran. Todos hemos visto personas como esas. A veces, somos personas como esas, si no es con nuestro equipaje físico, al menos con nuestra carga espiritual. Todos arrastramos cargas que nunca debimos llevar: Temor, preocupación, descontento, culpa, soledad, etc. No es de extrañar que estemos tan cansados. Estamos agotados por llevar ese exceso de equipaje. Entonces, ¿hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué te parece si consultamos a un viejo amigo? ¡Despojémonos de las cargas que nunca debimos llevar y hagamos nuestra la promesa del Salmo 23!
Los viajeros cansados. Tú los has visto... y todo lo que tienen metido en su equipaje. Tambaleantes por las terminales y los vestíbulos de los hoteles con baúles, maletas, mochilas y bolsos de lona repletos. Las espaldas duelen. Los pies arden. Los párpados se cierran. Todos hemos visto personas como esas. A veces, somos personas como esas, si no es con nuestro equipaje físico, al menos con nuestra carga espiritual. Todos arrastramos cargas que nunca debimos llevar: Temor, preocupación, descontento, culpa, soledad, etc. No es de extrañar que estemos tan cansados. Estamos agotados por llevar ese exceso de equipaje. Entonces, ¿hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué te parece si consultamos a un viejo amigo? ¡Despojémonos de las cargas que nunca debimos llevar y hagamos nuestra la promesa del Salmo 23! About the Author Los viajeros cansados. Tú los has visto... y todo lo que tienen metido en su equipaje. Tambaleantes por las terminales y los vestíbulos de los hoteles con baúles, maletas, mochilas y bolsos de lona repletos. Las espaldas duelen. Los pies arden. Los párpados se cierran. Todos hemos visto personas como esas. A veces, somos personas como esas, si no es con nuestro equipaje físico, al menos con nuestra carga espiritual. Todos arrastramos cargas que nunca debimos llevar: Temor, preocupación, descontento, culpa, soledad, etc. No es de extrañar que estemos tan cansados. Estamos agotados por llevar ese exceso de equipaje. Entonces, ¿hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué te parece si consultamos a un viejo amigo? ¡Despojémonos de las cargas que nunca debimos llevar y hagamos nuestra la promesa del Salmo 23!